La formación artística más antigua de la ciudad -y recientemente reconocida por el Concejo Deliberante como “Patrimonio Cultural Intangible” del partido de General Pueyrredon- se presentó a sala llena en “La Ballena Azul” del Centro Cultural Kirchner.
En la noche del martes la Banda Sinfónica Municipal se lució sobre el imponente escenario de la Sala Sinfónica del CCK que cuenta con capacidad para 1750 espectadores y en el marco del ciclo de conciertos que nuclea a los organismos sinfónicos de todo el país.
A sala llena y ovacionada por el público de pie, la formación interpreto un exquisito repertorio sinfónico que incluyó obras de Reineke, Reed, Gershwin, Deep Purple, Pink Floyd y Led Zeppelin. Durante la velada, los presentes disfrutaron de la excelente actuación del trompetista Matías Nieva, la soprano Edith Villalba, y sobre el final el rock del Trío de Ignacio Subirós (junto a Antonio Torres y Nicolás Etchiverry) hizo vibrar las paredes de La Ballena Azul.
Esta importante presentación fue declarada de Interés Cultural y estuvieron presentes acompañando al organismo la Secretaria de Cultura, Silvana Rojas, el Director General de la Casa de Mar del Plata en Buenos Aires, Carlos Aramburu y el concejal Guillermo Arroyo.
“Con total honestidad esta actuación fue consagratoria para la Banda, estoy agradecido por el apoyo y acompañamiento de las autoridades y del público que nos ovacionó de pie. El esfuerzo de los músicos fue sobrehumano, había que adaptarse a las vicisitudes de esta sala que es inmensa y donde el sonido se potencia”, señaló el director de la agrupación, el maestro José María Ulla.
La Banda Sinfónica Municipal forma parte del patrimonio de los marplatenses y batanenses y se presenta regularmente cada 15 días en el Teatro Colón de nuestra ciudad, con el fin de que los vecinos conozcan y disfruten del gran nivel artístico de los organismos municipales.
Por su parte, el Centro Cultural Kirchner funciona en el antiguo Palacio de Correos y Telégrafos, ubicado en Avenida Alvear 1690 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un espacio que fue recuperado y refuncionalizado conservando la historia del emblemático edificio que fuera inaugurado en 1928 por el entonces presidente Marcelo T. de Alvear.
Actualmente es un espacio moderno, amplio y diverso cuya función es propiciar un ámbito para la difusión de las artes visuales, las artes escénicas, la educación, y demás manifestaciones artísticas. Su particularidad de infraestructura radica en el órgano tubular fabricado en Alemania por la firma Klais que fue especialmente diseñado para esta sala.