Un hombre abrió fuego durante una celebración religiosa en Sutherland Springs, Estado de Texas. En la balacera al menos otras 24 personas resultaron heridas. El autor de la masacre fue encontrado muerto, aunque no se conoce la causa de su deceso.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, condenó los hechos en las redes sociales, declarando: "Nuestras oraciones están con todos los que fueron perjudicados por este acto malvado. Nuestro agradecimiento a las autoridades por su respuesta”.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Pública de Texas, el autor del tiroteo era Devin Patrick Kelley, un hombre caucásico y veterano de la Fuerza Aérea de los Estadounidense de 26 años.
Testigos informaron que vieron al joven entrar a la iglesia alrededor de las 11.30 (hora local) y abrir fuego contra quienes se encontraban en el templo. Según los testimonios, bajó de un auto vestido de negro y comenzó a disparar con su rifle en la iglesia durante misa.
Un cajero de una estación de servicio ubicada frente al lugar de los hechos señaló a los medios que escuchó unos 20 disparos "en rápida sucesión mientras se realizaba un servicio religioso".
Tras esto, fue enfrentado por un residente local que tomó su arma y corrió hacia la iglesia. El vecino logró que el autor de la masacre dejara su arma y huyera hacia su coche.
El autor del tiroteo fue perseguido mientras huía en un automóvil, horas más tarde fue hallado muerto en el vehículo. Aún no está claro si se suicidó o fue ultimado por el ciudadano local que lo perseguía.
Desde Japón, donde se encuentra de gira oficial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió un mensaje a las víctimas: "Que Dios esté con la gente de Sutherland Springs, Texas. El FBI y la policía están en la escena. Estoy monitoreando la situación desde Japón".