El juez federal Gustavo Villanueva deberá esperar las pericias balísticas de las 44 vainas servidas que se recolectaron en la inspección que realizó durante casi diez horas, en el predio de Villa Mascardi que ocupa la lof Lafken Winkul Mapu donde murió el joven Rafael Nahuel.
La inspección ocular y las pericias para esclarecer en qué circunstancias murió Nahuel y si hubo un enfrentamiento entre el grupo Albatros, de la Prefectura, y los ocupantes mapuches, como asegura el Ministerio de Seguridad de la Nación, se realizaron doce días después del enfrentamiento, en medio de una fuerte expectativa, bajo un fuerte cordón de seguridad, con un centenar de policías y casi veinte peritos.
Según el acta del procedimiento, se recogieron en distintos sectores del predio un total de "31 vainas servidas calibre 9 mm y un cartucho completo y 13 vainas servidas de escopeta calibre 12/70, con munición antitumulto, junto a otro cartucho completo", por parte del perito de balística.
La evidencia se levantó en "puntos específicos georreferenciados ubicados a 400, 1000 y 1200 metros" de distancia del ingreso al predio, sobre la ruta 40.
Además, según consta en el acta, el perito del laboratorio químico recolectó "muestras terrosas y de vegetación", junto a trozos de cortezas y una punta de lanza con aparentes restos de pintura. También se secuestró una capucha, una remera y un trozo de género violeta con aparentes manchas de sangre, de las que no pudieron obtenerse huellas dactilares.
El acta consigna que "del resultado de las pericias no se pudieron observar impactos [de bala] en el terreno", con lo cual no pudo acreditarse, al menos en la diligencia, la presencia de armas de fuego en manos de los mapuches.
La Prefectura, que cuenta con ocho agentes investigados por el operativo en el que murió Nahuel el 25 de noviembre pasado, envió a la inspección a la abogada Gabriela Gebl y a dos peritos, mientras que la querella tuvo su perito de parte, Silvia Bufalini. Participaron, además, las abogadas Natalia Araya y Julieta Wallace; el padre y el hermano de Nahuel, y la fiscal Sylvia Little.
Fuente: La Nación