El obispo diocesano visitó el basural de Mar del Plata, compartiendo la tarea junto a la pastoral de la Iglesia del Padre Pío. Llevando agua y vasitos para convidar, pudo acercarse a los que allí trabajan y bendecirlos. Como lo hizo con el Hospital Interzonal y en la cárcel de mujeres; el obispo quiso acercarse en esta Navidad a los pobres, necesitados y olvidados y lo hizo en el marco del trabajo y la tarea de la pastoral católica del basural.
Durante su visita, recorrió los distintos rincones del predio, dialogó con distintas personas, rezó e hizo bendiciones personales. Como hacen habitualmente, el equipo de la pastoral, llevó bebidas frescas, alimentos para compartir con ellos y el obispo participó como uno más, junto a los que desarrollan su tarea en el basural.
"La pastoral del basural tiene presencia estable a lo largo de la semana, y busca acompañar esta situación de marginalidad extrema de los hermanos que menudean en el ámbito del gran basural de la ciudad. La Navidad adquiere sentido justamente si somos capaces de estar más cerca del corazón, por la fuerza de Dios, del hermano que más sufre y es el más necesitado. La realidad del basural reclama, no sólo en Navidad, sino siempre la presencia de los cristianos católicos", destacó el pastor de la Iglesia Católica de Mar del Plata.