En horas de la madrugada del sábado, el café Sugar de Mar del Plata fue víctima de un “robo y saqueo”, tal cual fue denunciado – a través de una nota– en las puertas del comercio de Luro y San Juan. Los comerciantes del barrio confesaron ante Cazador de Noticias que en los últimos días habían visto “caras extrañas” merodeando por la zona.
Enero. Mar del Plata. Miles de turistas provenientes de todas partes del país inundan la ciudad. El calor golpea fuerte, las calles se agolpan de automovilísticas que pierden la paciencia habida cuenta del mayor flujo vehicular y todas las miradas apuntan a la playa. La Perla del Atlántico. Sin embargo, a unas 20 y pico de cuadras de la costa asoma un cartel que genera pánico: “Casa cerrada por robo y saqueos”. Las palabras sobran.
En las últimas horas, la tradicional cafetería de Luro y San Juan (Sugar) fue víctima de un caso de inseguridad que dejó sin su café tradicional a decenas de marplatenses y turistas que, diariamente, asisten al corazón de la zona donde está la Estación Ferroautomotora. Allí donde, no solo pasan miles de personas en la actualidad, entre los que llegan y los que se van, sino también donde se concentra un destacamento de la Policía.
“No es el primer caso que pasa en el barrio. Desde hace algunos días que estamos viendo algunas caras raras por acá y, mirá qué casualidad, ninguna de ellas apareció hoy (sábado)”, denunció Cristina – una comerciante de la zona – en conversación con Cazador de Noticias. “Incluso algunos trapitos que estaban trabajando por acá…”, susurró por lo bajo.
Llama la atención que se haya registrado en una zona tremendamente transitada, no solo en verano, sino durante cada estación del año. Enfrente de Sugar está la Tienda de los Gallegos y la parada de taxis, como también el mencionado destacamento policial. Justamente, los vecinos se preguntan qué pasa con el renombrado Operativo Sol, presentado en diciembre pasado por la gobernadora María Eugenia Vidal entre bombos y platillos. Al igual que el Foro de Seguridad Municipal reclaman la presencia de más personal para que ronde por las calles de la ciudad, durante todo el día y horario.
Según supo Cazador de Noticias, el o los delincuentes entró/entraron por la casilla de gas. “Alguien tuvo que haber visto o escuchado algo. No pueden entrar así y que no se escuche algún ruido”, se molestó Cristina ante este medio, temiendo que algún día pueda ser ella la víctima de algún hecho de la misma naturaleza.
¿Las cámaras del COM habrán tomado el momento del hecho o para qué están?
Otra mancha más para que siga perdiendo brillo “La Perla del Atlántico”.