En el marco del lanzamiento de la primera bola(fue el cero) del año en el Casino Central de Mar del Plata, produciéndose así oficialmente el inicio de la temporada estival, el presidente de la Asociación de Empleados de Casinos Nacionales, Daniel Méndez, indicó que las expectativas que “tenemos los empleados de casinos es buena, basada en la afluencia del público apostador de los últimos fines de semana del año”.
Auguró que será una temporada “superior a la anterior. Más allá del contexto económico general, que es complicado, esperamos que la gente elija la ciudad para disfrutar su descanso y se acerque a la sala de juegos de la ciudad, Hermitage, Sasso y por supuesto, al Casino Central”.
¿Cómo se preparan para recibir a los apostadores?
-Como todos los años, los trabajadores de casinos nos preparamos para brindar la mejor atención posible, desde la cordialidad y la profesionalidad, que requiere nuestra actividad en particular. Sin embargo, nos gustaría poder brindar un mejor servicio, lo cual exigimos en forma permanente a nuestro empleador, reclamando inversiones que jerarquicen las salas de juego, que generen un mejor ambiente laboral, y por lo tanto satisfagan las demandas del publico apostador.
¿Son muchos los reclamos a los que se refiere?
-Nosotros no somos un ente autárquico, sino que dependemos de la provincia en lo económico. El juego en su conjunto es uno de los mayores entes recaudadores, desde el cual se generan ingresos que se destinan para seguridad social principalmente. Aun así, las estructuras edilicias de la mayoría de los casinos están en crisis, por falta de mantenimiento y falta de inversión durante años. Desde contadoras de billetes, ropa para el personal o insumos básicos para desarrollar nuestro trabajo, hasta obras complejas que, por ejemplo, impidan que literalmente llueva dentro de la sala, tal como paso en las grandes tormentas que tuvimos en diciembre. Estamos esperando el anuncio de la demorada licitación para la renovación de las máquinas tragamonedas, que incluya una mejora sustancial a partir de las inversiones necesarias, tanto en lo estructural, como en servicios, que nos permita competir de igual a igual con otros actores del juego privado, y garantice la solución a los reclamos que mantenemos desde hace años.
¿A eso se debe la problemática del casino de Necochea?
“El casino de Necochea, como es de público conocimiento, es uno de los que están en peores condiciones, es un complejo histórico que tanto la provincia como el municipio, descuidaron, al punto que hoy corre riesgo de cierre. Son más de 70 familias, cuyas fuentes laborales el estado se compromete a garantizarlas, pero aún así, esto implica la posibilidad de desarraigos forzosos e incluso definitivos de su ciudad. Además significa un perjuicio económico desde el punto de vista turístico para Necochea. Estamos trabajando para tratar de reubicar la sala, y mantenerla abierta. Le pedimos tanto a las autoridades provinciales como municipales, que agoten todas las instancias posibles y que cumplan el compromiso asumido públicamente de mantener la sala en la ciudad, tal lo manifestó su intendente allá por el mes de junio.
¿Cómo afecta a los trabajadores de Casino las reformas planteadas desde el estado?
Los trabajadores de casino nos mantenemos atentos a la intención manifestada desde diferentes espacios de la voluntad de reducir el juego en la provincia y a la reforma laboral que se impulsa desde el Gobierno Nacional. Ante esto, nos manifestaremos donde sea necesario ante cualquier intento de afectar los derechos de los trabajadores en general, dispuestos a utilizar todos los elementos de lucha con que contamos los trabajadores, y que hemos utilizado cada vez que se han querido avasallar las conquistas de tantos años.
¿Qué consejo le daría a los apostadores?
Que visiten el Casino Central, que disfruten y que vayan a divertirse, es un atractivo turístico con 70 años de historia y un lugar obligatorio de conocer si veranean en Mar del Plata. A veces se pone al juego como una actividad perjudicial, que por cierto lo es cuando se lo hace en forma compulsiva, como el alcohol o el cigarrillo, pero la gran mayoría de la gente concurre a nuestras salas a pasar un grato momento. Así que los esperamos.