El vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi sostuvo que todo se desvaneció cuando se detectó "una anomalía hidroacúsica consecuente con una explosión”.
Balbi, aseguró que la tarea de informar a la opinión pública sobre la desaparición del ARA San Juan fue el desafío "más difícil" que debió afrontar como oficial naval, y confesó haber sentido "un gran dolor" al asumir que no había posibilidades de supervivencia para los 44 tripulantes del sumergible.
El marino recordó que en los primeros días del hecho, la Armada manejó la posibilidad de que pudiera haber sobrevivientes, pero que esa chance se desvaneció cuando la Organización del Tratado de Prohibición Compleja de los Ejercicios Nucleares, con sede en Viena, Austria, informó la detección de "una anomalía hidroacústica consecuente con una explosión" en la zona en la que navegaba el submarino.