Gran expectativa y entusiasmo entre los fieles que lo saludaron a su paso del aeropuerto hacia la Nunciatura. En los próximos tres días recorrerá la ciudad amazónica de Puerto Maldonado, Trujillo y Lima. El domingo se aguarda la asistencia de un millón de personas a una misa al aire libre.
El avión Airbus 321 de la compañía Latam que transportó al pontífice y su séquito arribó al aeropuerto internacional Jorge Chávez, de Lima, a las 16.32 hora local, procedente de la ciudad de Iquique, en Chile, país que visitó en la primera parte de su sexta gira pontificia por Latinoamericana.
El Papa, que descendió del avión con aspecto cansado, fue recibido a pie del avión por el presidente de Perú, Pedro Pablo Kucyznski, y la primera dama, Nancy Lange, que le besaron la mano derecha, y tras el saludo protocolario, el pontífice recibió un ramo de flores de mano de dos niños peruanos vestidos con los colores blanco y amarillo del Vaticano.
Luego se dirigió a la residencia de la Nunciatura Apostólica, en el distrito limeño de Jesús María, donde lo esperaban miles de jóvenes, mayores, familias y un sorprendente número de monjas, y que es el lugar donde descansaría antes de viajar este viernes hacia la Amazonía.
Los fieles que aguardaban su llegada expresaron su esperanza de que Jorge Bergoglio les traiga "fuerza espiritual" para afrontar los problemas que vive el país y les permita rearmarse "a nivel moral".
Entre cánticos y un fervor inusitado, centenares de religiosas procedentes de varios conventos y comunidades de la capital fueron las primeras en llegar al lugar, como indicó la hermana Mónica de las Siervas del Plan de Dios, convencidas de la importancia de la visita de Francisco a su país.
"El Santo Padre es una figura importantísima para los cristianos y a los peruanos nos llena de esperanza. Vivimos una situación bien difícil en Perú a nivel moral, falta mucha unidad y esperanza y ese es el mensaje que el papa nos quiere regalar", afirmó la religiosa.
Entre tanto fervor, una mujer rompió el cordón de seguridad y todo el protocolo de la visita para entregar unas flores al pontífice, que las recibió entre la alarma de los cuerpos de seguridad.
AGENDA
Este viernes, en la ciudad amazónica de Puerto Maldonado, el Papa se reunirá con 3.500 representantes de comunidades indígenas peruanas, bolivianas y brasileñas, quienes expondrán los peligros que afrontan sus territorios ante la minería ilegal y el cambio climático, entre otras amenazas.
Ese mismo día, a su vuelta a Lima, se reunirá en privado con Kuczynski, con quien conversará sobre la situación de las poblaciones vulnerables y del medioambiente, según adelantaton fuentes oficiales peruanas.
El sábado visitará la ciudad norteña de Trujillo, a 570 kilómetros de Lima, que fue muy afectada por el fenómeno climático de El Niño Costero que golpeó la costa peruana durante los primeros meses de 2017.
El Papa dedicará el domingo, última jornada de su visita a Perú, a participar en actividades religiosas en Lima, que cerrará con una misa al aire libre en la base aérea de Las Palmas, en el distrito de Surco, donde se espera que asista más de un millón de personas.
Francisco llega a un Perú entusiasmado, donde se prevé un seguimiento masivo de su visita apostólica, al que se han volcado tanto las autoridades como la ciudadanía.
El ministro de Comercio Exterior y Turismo peruano, Eduardo Ferreyros, estimó que la gira del Papa movilizará a un total de 816 mil turistas que gastarán 88 millones de dólares.
Ferreyros señaló que "es un un gran acontecimiento para nuestro país" y dijo que "se trata de un evento que va a generar un importante dinamismo de visitas en las tres ciudades que están incluidas en su gira".
El viaje del pontífice se da en una situación complicada para la política peruana, marcada por el escándalo de corrupción de la compañía brasileña Odebrecht y por el polémico indulto que Kuczynski otorgó el 24 de diciembre al ex mandatario Alberto Fujimori, quien cumplía una condena a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad.