En una ciudad conmovida ante su presencia, Francisco vivió un día de intensa actividad y también condenó la inseguridad y el crimen organizado.
El papa Francisco visitó este sábado Trujillo, al norte de Perú, donde tuvo una calurosa bienvenida ante unas 200.000 personas, dio su primera Misa y envió un contundente mensaje contra los femicidios.
“Debemos luchar contra una plaga que afecta a nuestro continente americano: los numerosos casos de feminicidio”, y señaló que las mujeres “son verdadera fuerza motora de la vida y de las familias del Perú”.
En su homilía Francisco también condenó la “inseguridad”, la “violencia organizada” y el “sicariato” que mortifica esta región, azotada el pasado año por las devastadoras lluvias del fenómeno climatológico “El Niño costero”, que dejaron más de 130 muertos y cerca de 300.000 damnificados.
Estas otras “tormentas”, las del crimen organizado, “nos cuestionan como comunidad y ponen en juego el valor de nuestro espíritu”, señaló el Papa.