La misma fue acompañada por miles de personas y contó con la presencia de numerosas personalidades que asistieron a la procesión, las danzas, rezas, toques de batuque, entrega de ofrendas, bodas según el rito africano, coreografías de capoeira, la bandera de la diversidad, la protección bajo el manto del Alá y el gran final con fuegos artificiales. Así, la fiesta que cada año es organizada por el babá Hugo Watenberg confirmó su importancia como la segunda ceremonia más importante del mundo.
Como cada primer domingo de febrero, Mar del Plata volvió a celebrar una nueva Ceremonia en Honor a Iemanjá, la trigésimo cuarta en esta edición en la que asistieron miles de personas llegadas de toda la Argentina, de Cuba, Brasil, Uruguay y Paraguay.
Contó con la presencia de la subsecretaria de Promoción de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Marisa Fresco: Julio Crocci y Leonardo de Simone, director General y director coordinador de la Dirección de Pluralismo y Multiculturalidad; el director de Promoción y Desarrollo de Prácticas contra la Discriminación Aníbal Gutierrez y la coordinadora de Programas y Proyectos Interinstitucionales Micaela Saban Orsin; el jefe de gabinete Juan Ignacio Correa y la responsable del área de afrodescendientes Adriana Izquierdo -Mametoo-, (nombre que se da a su cargo en idioma africano) todos del INADI
También asistieron el productor Lino Patalano; la directora de Derechos Humanos de General Pueyrredon Sonia Rawicki, el subsecretario de Cultura Marcelo de la Plaza, el defensor del Pueblo de Mar del Plata Fernando Rizzi, la presidente de la fundación Red de Personas Viviendo con VIH Estela Carrizo, y el presidente de AMADI Javier Moreno Iglesias, entre otros.
El transcurso de la Ceremonia
Desde su inicio en la formación de la procesión en el Playón de Las Heras y la costa, se encontraba el grupo tradicional de Capoeira (danza ritual africana) “Topazio”, a modo de anuncio y al son del sonido de los tambores de batuque.
Luego la peregrinación avanzó hacia la Playa Popular II, con los fieles ataviados con trajes típicos, escoltando la estatua tradicional de Iemanjá, especialmente traída de África, y las barcas con ofrendas, pedidos y los cántaros con flores. Al finalizar la bandera de la Diversidad, portada por activistas de AMADI y de la Red de Personas Viviendo con VIH cerraba la emotiva marcha.
Ya en la playa, se formó la conocida Roda, círculo humano integrado por fieles, que van danzando y cantando ("tirando" en lenguaje ritual) las rezas (cantos) de cada Orixá, alrededor del altar presidido por la imagen africana de Iemanjá y seguido por las barcas, todo iluminado por antorchas y al compás del toque de batuques (tambores típicos).
Inmediatamente, el babalorixá Hugo Watenberg - dio la bienvenida a los presentes, destacó la presencia de las autoridades y personalidades nacionales, provinciales y locales que acompañaron y avalaron esta edición y a todos los religiosos que llegaron desde distintos puntos del país, como a todos los asistentes, fueran o no del culto, que, cada año, se suman a este festejo pluricultural, para luego avanzar e internarse en el mar con el fin de solicitar simbólicamente a Iemanjá el permiso para la celebración y fundamentalmente la protección de la Orixá para todos.
A continuación se realizaron las danzas de Orixás alrededor del altar para luego dar lugar a la celebración de tres bodas, efectuadas conforme el ritual africano tradicional, en el cual los novios fueron recibidos por el babá y acompañados por sus padrinos obtuvieron la protección de sus Orixás e intercambiaron votos y alianzas. Todo esto bajo el Alá, manto blanco que representa a Oxalá, uno de los Orixás máximos del culto.
Posteriormente el babalorixá Hugo Watenberg, acompañado por fieles, se internó en el mar para entregar las barcas con regalos para Iemanjá y pedidos, momento en que miles de personas fueron a la orilla para arrojar las flores en honor a Iemanjá.
Al regresar, los presentes recibieron el Ashé de los ministros del culto y las guías celestes de Iemanjá y pasaron bajo el Alá.
Finalmente, desde el espigón, se lanzaron fuegos artificiales que iluminaron el mar desde el cielo, poniendo un auspicioso cierre para todo el año a una Ceremonia que ya es tradición en Mar del Plata.
Cabe destacar que toda la celebración contó con la escolta de Policía y Prefectura, con la colaboración del cuerpo de guardavidas de la mencionada playa y que a su cierre y una vez despejada la misma, miembros del culto procedieron a limpiar toda la arena de cualquier residuo que pudiera haber quedado, como gesto ecológico y de respeto a la ciudad anfitriona.
Esta Ceremonia cuenta con las declaraciones de Interés Cultural de la Sec. de Cultura de General Pueyrredón y la de Interés Turístico del Emtur y la Declaración de Interés Provincial del Ministerio de Turismo de la Pcia. (todas permanentes) y de la Secretaría de Derechos Humanos, más el aval de la Defensoría del Pueblo.