El cabezazo de Albarracín que reventó el travesaño y el centro de Ceballos que se cerró y Perelman alcanzó a cachetear al córner, fueron los últimos intentos de un “torito” que no se puede reprochar nada. Porque esas dos fueron parte de una serie de ocasiones claras que tuvo en los 90’ y que lo hicieron merecedor del triunfo. Pero no alcanzó, porque faltó por momentos claridad, en otros profundidad y en algunas puntería.

En la primera parte se sintió el nerviosismo de ambos por comenzar una parte importante del certamen y primaron las imprecisiones. El local era el que tomaba la iniciativa sin poder llegar al arco de Perelman, mientras que Desamparados recién después de los 15’ empezó a adelantarse y a inquietar de la mano de Chavarría. Sin embargo, las jugadas de riesgo fueron para los de Mauricio Giganti, que tuvo dos netas en los pies de Marcos Litre, que primero falló la volea tras una gran habilitación de Caro y, en la siguiente, recibió de Riera que había recuperado en la presión alta y le pegó mordida, esquinada, exigiendo una buena respuesta del arquero. Antes del final, la apertura del marcador estuvo en la zurda de Tomás Mantia que ejecutó con maestría un tiro libre por afuera de la barrera y el teledirigido reventó la parte interna del ángulo derecho, salió hacia el medio y nadie logró capturar el rebote.

La segunda mitad tuvo un trámite parecido, siempre con el local proponiendo y Desamparados cada vez más cómodo con el punto fuera de casa. Lo que sí buscó fue pararse más arriba, pero eso dejó lugar para la velocidad de los rapiditos que tiene Alvarado por las bandas. Molina le ganó a Martínez Schmith y Albarracín no pudo definir bien, Litre fue favorecido con un rebote pero la asistencia al “9” se le fue demasiado alta. Mientras, Rago casi que no tuvo participación en la noche, más allá de una de sus características principales, que es el juego con el pie y la lectura de juego para cortar pases en cortada para los delanteros rivales.

Los cambios de Giganti fueron todos apuestas ofensivas. Hernán Gautier acompañó a Albarracín pero no recibió mucho juego en ataque, mientras que Emanuel Urquiza y Ezequiel Ceballos le dieron frescura en los minutos finales. El lateral lanzó el centro para que Albarracín reviente el travesaño con un cabezazo letal en el mismo momento que Testa adicionaba 5’ más, mientras que Ceballos estuvo encarador y le puso veneno a un centro que casi sorprende al seguro Perelman. El pitazo final encontró la desazón de los jugadores locales y el reconocimiento de su gente por la búsqueda. La revancha estará en siete días, otra vez en el Minella, ante Villa Mitre que dejó puntos importantes en el camino en su debut como local ante Juventud Unida Universitario de San Luis que lo derrotó por 1 a 0.

-Síntesis-

Alvarado (0): Juan Francisco Rago; Matías Caro, Federico Paulucci, Gastón Martínez y Tomás Mantia; César Cocchi y Ezequiel Riera; Gonzalo Lucero, Marcos Litre y Francisco Molina; Wilson Albarracín. DT: Mauricio Giganti.

Cambios: ST 22’ Hernán Gautier por Lucero, 31’ Emanuel Urquiza por Molina y 40’ Ezequiel Ceballos por Riera.

Desamparados (San Juan) (0): Martín Perelman; Emanuel Martínez Schmith, Ricardo Bernay, Ariel Agüero y Facundo Torres; Pablo Jofré, Leandro Sottile, Juan Pablo Raponi y Carlos Fondacaro; Matías Chavarría y Lucas Farías. DT: Raúl Antuña.

Cambios: ST 28’ Anibal Rotondo por Raponi, 38’ Néstor Martinena por Farías y 46’ Alejandro Domenez por Fondacaro.

Goles: No hubo.

Árbitro: Sergio Testa, de Bahía Blanca.

Estadio: José María Minella.

Resto de la fecha

Gimnasia (Mendoza) 1 - Ferro de Pico 0

Villa Mitre (Bahía Blanca) 0 - Juventud Unida Universitario (San Luis) 1

Estudiantes (Río Cuarto) 6 - Deportivo Roca 1