El ministro de Finanzas aseguró no tener la obligación de hacerlo y que desde que ingresó a la función pública dejó de prestar “servicio".
Luis Caputo omitió consignar en sus declaraciones juradas presentadas ante la Oficina Anticorrupción su participación en sociedades offshore creadas, según surge de documentos oficiales de la Comisión Nacional de Valores estadounidense y que publicó el diario La Nación.
“Nunca fui propietario ni accionista de Noctua ni de Princess, sino asesor, administrador, fiduciario y/o manager, por lo que no debía declararlas ni ante la AFIP ni ante la OA, tal como manifesté anteriormente. Aprovecho para reiterar que desde 2015 que ingresé a la función pública cesé de prestar cualquier servicio profesional a dichas sociedades”, explicó en declaraciones al mismo medio que publicó la información.
Sin embargo, los documentos del organismo norteamericano sostienen queCaputo no declaró ante el organismo ahora a cargo de Laura Alonso que, entre mediados de 2009 y al menos mediados de 2015, fue accionista de manera indirecta de Noctua, una gerenciadora de fondos de inversión que tiene su sede en Miami.
A principio de este año, se conoció que la OA tiene 27 expedientes abiertos sobre funcionarios, entre los que figura Caputo por los llamados “Panamá Papers”, por conflictos de intereses, irregularidades y causas penales.
En su momento, cuando el nombre del ministro de Finanzas apareció en la larga lista de los “Panamá Papers”, desde el entorno del funcionario explicaron a Clarín que “trabajó como asesor financiero de fondos de inversiones. Antes de asumir la función pública, se desvinculó de esas empresas.
Tal como lo dijo ante los periodistas que integran la ICIJ, renunció a la administración de Noctua y de Axis antes de asumir como secretario de Finanzas en diciembre de 2015”. Una respuesta similar dio ahora a otro medio, ante la nueva información.
Los documentos de la SEC reflejan que Caputo fue dueño del 75% de las acciones de Princess International Global Ltd., una offshore de las islas Caimán.
“No tuve ninguna injerencia accionaria hasta donde yo sé. Tampoco es importante porque es una sociedad que no vale nada en sí, es un fondo, y vale en la medida de la cartera que maneja”, explicó a La Nación el funcionario.