El gobierno de Bélgica distribuye comprimidos a su población para evitar las consecuencias en la salud por una eventual fuga radioactiva.
El gobierno belga lanzó este martes una campaña en la que entrega pastillas de yodo gratuitas para preparar a los 11,3 millones de habitantes del país ante un eventual desastre nuclear, aunque se apuró en aclarar que por el momento no existe "ningún riesgo específico" en sus centrales.
Unas 4,5 millones de cajas con diez comprimidos cada una fueron pedidos por el gobierno belga y distribuidas en farmacias de ese país europeo, de manera que cada hogar pueda tener una reserva de estas pastillas el día D, informaron los medios locales.
¿Pero para qué sirven estas pastillas? El yodo permite proteger la tiroides en caso de emisiones radioactivas y evitar así un cáncer de tiroides, una de las posibles consecuencias en la población tras experimentar un desastre nuclear.
Sin embargo, los comprimidos de yodo requieren de ciertos recaudos. Tienen que administrarse como muy tarde dentro de las primeras 12 horas tras una fuga radioactiva y su efecto dura más allá de una década.
El ministro del Interior, Jan Jambon, y la ministra de Salud, Maggie De Block, anunciaron estas nuevas medidas preventivas en momentos en que las centrales nucleares son blanco frecuente de críticas, incluidas de los países vecinos, preocupados porque sus instalaciones están vetustas.
“Por el momento no hay ningún riesgo específico con nuestras centrales nucleares", aclaró Jambon a la cadena televisiva pública RTBF, e insistió en la necesidad de "informar correctamente" al público.