Durante la eucaristía que presidió monseñor Gabriel Mestre, en la Unidad Penitenciaria n° 15 de Batán, lavó los pies de los internos repitiendo el gesto de Jesús con sus discípulos.
Luego de la misa compartió con los internos y celebró el 5° aniversario del Centro de Pastoral Universitaria que se encuentra allí en el penal. El lunes y martes Santo repetirá la misma celebración en la cárcel de mujeres n° 50 y en la unidad n°44 –Alcaidía penitenciaria-.
"La expresión más fuerte del amor, es el perdón. El que perdona, demuestra claramente que está amando. Perdonar no es fácil, para mí no es fácil, no sé para ustedes. Jesús es el amor por excelencia y hoy nos muestra este gesto, y en esta celebración marca que este amor de Dios se hace presente en la eucaristía”, manifestó el obispo en la homilía a los internos.
“Jesús les lava los pies a sus discípulos, y hoy yo realizo el gesto pero es Jesús el que les está lavando los pies a cada uno de ustedes. Como respuesta, podemos pensar en clave de amor, a quién le tengo que lavar los pies; por ahí en un tiempo, puede ser alguien de acá adentro, puede ser alguien de afuera y aunque por ahora no lo puedo hacer; estaría bueno preparar el corazón para que en un tiempo si puedo estar cerca de alguna persona que le hice un mal o la maltraté o que no estuve a la altura de las circunstancias pueda tener este gesto con ella. Hasta en la oración que hacemos puedo expresar "le estoy lavando los pies" a este tipo con quien me mande una macana, o a mi familia que la compliqué con esta situación; espiritualmente preparamos nuestro corazón para poder marcar una vida por los propios detalles del amor”, señaló el obispo a los presentes y añadió “¿Con quién tendré que tener un detalle en esta Semana Santa? ¿Qué fuerza me da Jesús para que tenga tal o cual detalle con esa persona? Quizas alguien que me cuesta perdonar, o de quien tengo mal recuerdo en mi cabeza por algo que pasó; pedir la fuerza de la eucaristía; que pueda sanar eso para vivir en serio el mandamiento del amor que no son frases bonitas ni pajaritos ni florcitas, es tener la capacidad de lavarnos los pies los unos a los otros y tener pequeños gestos de amor que preparan nuestro corazón para los grandes gestos de amor en la realidad de nuestra vida”, enfatizó el obispo.
Minutos después de la homilía, monseñor Mestre lavó los pies de los que quisieron descalzarse. Fue un momento fuerte y significativo, acompañado por un silencio profundo y contemplativo. Al terminar con el rito, uno de los presos lavó los pies del obispo. Miembros de la pastoral carcelaria también estuvieron presentes y se dejaron realizar este gesto tan fuerte de la Semana Santa, también lo hicieron la hermana Helena Kuc, delegada para la pastoral carcelaria y el presbítero Hernán David, capellán de la unidad.
Al concluir la eucaristía, los internos compartieron junto al obispo algo para tomar y unas tortas fritas amasadas por uno de ellos. Luego se dirigieron al Centro de Pastoral Universitaria, que festejó hace unos días el 5° aniversario de su creación, allí le pidieron al pastor de la Iglesia Católica que bendijera una pequeña ermita de la Virgen fruto del taller de rosarios y también compartió unas palabras en este espacio donde se realizan cotidianamente decenas de talleres que son autogestionados por los mismos internos. Monseñor Mestre recibió dos regalos realizado confeccionados por internos, uno del taller solidario “Liberté”.