La Policía Bonaerense justificó la desaparición de 540 kilos de marihuana del depósito de la Delegación Judicial de Pilar aludiendo que "se lo comieron los ratones".
Pese a la insólita explicación, los efectivos fueron imputados por "infracción a la ley 23.737" en la que se investiga la responsabilidad de los funcionarios en el faltante de esa cantidad de droga.
La historia comenzó cuando en la Delegación Departamental de Pilar hubo cambio de comisario. Emilio Portero relevó a su par Javier Specia, y cuando recibió el "recibo de cargo", los números no cerraban.
En el depósito judicial había declarados 6.000 kilos de marihuana y los efectivos de la fuerza federal sólo hallaron 5.460. Según las testimoniales de los tres oficiales, la marihuana "había sido comida por las ratas", pero resulta imposible dado a que la droga había estado guardada más de dos años. Y por su sequedad, no sólo era difícil de comer para los roedores si no que encima hubiesen muertos intoxicados.
Por esta situación, el Ministerio de Seguridad llevó a cabo un sumario administrativo e imputó a los tres comisarios por la irregularidad en la guarda de la evidencia decomisada. Sin embargo no separó de sus funciones a los efectivos "a la espera de una resolución judicial que definiera su situación procesal