Primer Te Deum de monseñor Mestre en la Catedral.
Queridos hermanos todos:
Acabamos de escuchar en el texto de la Sagrada Escritura la parábola del buen samaritano (Lc 10,29-37). Sea cual sea nuestra creencia religiosa se trata de un relato donde la Palabra de Dios nos invita a “hacernos cargo” del hombre medio muerto al costado del camino. Este texto bíblico expresa con claridad la misericordia que se transforma en compromiso concreto con todos especialmente con los más heridos, descartados y vulnerables.
Al conmemorar hoy el 208º aniversario de la Revolución de mayo quiero invitarlos a todos, especialmente a nuestros gobernantes y a los que tenemos un cierto liderazgo en la vida social ciudadana y zonal, a realizar la “Revolución del compromiso concreto” con todos, especialmente con los más heridos, descartados y vulnerables, los que no tienen voz, los que quedan fuera del sistema.
¿Qué puedo hacer yo hoy? ¿Qué puedo hacer según mi responsabilidad social de cara a los grandes desafíos de la ciudad y la zona? Que nos dejemos incomodar por la Palabra y por estas preguntas, cada uno desde el lugar que ocupamos con los compromisos que hemos asumido.
El entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, había dicho en el Te Deum del 25 de mayo de 2003 en la Catedral porteña:
“Todos, desde nuestras responsabilidades, debemos ponernos la Patria al hombro… […] La inclusión o la exclusión del herido al costado del camino define todos los proyectos económicos, políticos, sociales y religioso”.
Parafraseándolo podríamos decir que tenemos que ponernos la ciudad y la zona “al hombro” y colocar en el centro de todo proyecto político, económico, social y religioso el cuidado de los pobres, débiles y sufrientes.
Deseo concluir con unas líneas de la Oración por la Patria que se ha acuñado en estos últimos años y que puede ayudarnos a consolidar los valores que tanto necesitamos:
“Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”.
Que el Señor los acompañe a todos y los fortalezca en el compromiso cotidiano con la Patria, la ciudad y la zona sostenido en el tiempo.
Con mi afecto y bendición de padre, hermano y amigo.