"No hubo discriminación religiosa. Bajo ningún punto de vista. Una de las características más fuertes del pueblo argentino es que podemos dar cátedra de paz. Nunca nos hemos separado por razones de fe", explicó el funcionario.
Además confirmó que Cancillería le había recomendado a la AFA que el amistoso no se jugará en Jerusalén: "Alertamos sobre la sensibilidad de disputar un amistoso ahí".
"La situación actual es distinta porque Estados Unidos movilizó su Embajada a Jerusalén, dándole así el reconocimiento a esa ciudad como la capital de Israel. Eso Palestina lo rechaza", reflexionó Faurie.
Además el Canciller entendió el pedido de los jugadores argentinos de no disputar el encuentro. Horas antes habían sido amenazados por grupos pro-palestinos que pedían la suspensión con camisetas de la Selección manchadas con sangre.
"Los jugadores no deberían llegar al Mundial con una sensación de miedo o angustia. Entiendo que puedan estar preocupados por sus familias", dijo Faurie.