El Obispo de Mar del Plata, invitó a todos los trabajadores de los medios a celebrar la eucaristía. Concelebró el presbítero Tomás de la Riva, asesor del equipo ejecutivo de comunicaciones del obispado.
En las intenciones se pidió especialmente por todos los periodistas, rezando por la salud de Rodrigo Sabio -comunicador marplatense internado- y recordando a aquellos más de 1300 trabajadores que han muerto en el mundo en estos últimos 8 años en el ejercicio de su profesión. Al finalizar la misa, los periodistas se acercaron a recibir la bendición del obispo quien puedo saludar personalmente a cada uno y agradecerles su servicio a la información y también la disponibilidad para transmitir las comunicaciones de la Iglesia Católica de Mar del Plata.
"Hoy en el día anterior a celebrar el día del periodista, queremos dar gracias a Dios por la vida de ustedes, por el servicio en la ciudad y la zona, en esta Catedral de puertas abiertas que pide la fuerza de Dios para todas las personas y hoy de manera particular para ustedes. El papa Francisco todos los años, envía un mensaje que tiene que ver con las comunicaciones sociales, y en el de este años, me llamaron la atención dos palabras que desarrolla ampliamente: la verdad y la paz", inició diciendo monseñor Mestre.
"En este estilo tan coloquial que tiene el papa Francisco, dice el mensaje que no hay que caer en la tentación de un periodismo buenista que niegue la realidad. Es un valor importante el de los comunicadores sociales, asumir, transmitir, informar lo que acontece en la realidad, a veces muy linda,a veces más o menos, a veces fea, y otras muy fea y dramática, en todas las temáticas que pueden aparecer. Qué lindo poder amarrarse bien fuerte en la dinámica de la verdad, para presentar la realidad tal cual es. Pero qué lindo asumir a la vez el mismo desafío de poder generar un periodismo de paz que a partir de la realidad pueda dar claves de interpretación o perspectivas que nos ayuden en este mundo tan complejo que tenemos que vivir, a buscar caminos de paz".
"Hay que buscar ese equilibrio difícil entre ser fiel a la verdad que hay que presentar y a la vez generar caminos, intersticios en los pliegues de esta historia tan compleja para vivir en serio un camino de paz", añadió Mestre.
"Hoy queremos rezar por ustedes y hacer la bendición al final por sus vidas, su tarea, por los que no han podido venir por distintos motivos y que a todos el evangelio del equilibrio del amor a Dios y al prójimo como a uno mismo, pueda alimentar nuestro corazón y nuestra vida", concluyó el obispo.