El ingeniero José María Conte recordó la primera destrucción con explosivos que se realizó en un área de alta concentración urbana en la República Argentina. Ocurrió la madrugada del 16 de junio de 1999, durante la administración de Elio Aprile.
En diálogo con Cazador de Noticias, Conte comentó: “en ese entonces creí que Mar del Plata estaba a la altura de las circunstancias y el Intendente me dio la confianza necesaria para emprender el desafío, incluso a pesar que algunos creyeron que no era necesario arriesgar tanto desde el punto de vista político”.
“Algunos – agregó – consideraban que el emprendimiento podía atentar contra la gran imagen que tenía la gestión de Aprile”.
Asimismo, más adelante, el profesional aseveró: “me acuerdo que ese día terminamos con la demolición pasadas las 4”. “Como estaba viviendo en Santa Clara del Mar por una cuestión de seguridad – prosiguió – habré llegado allá alrededor de las 5 y prácticamente no pude dormir, ya que a las 7 comenzó a sonar el teléfono porque se había empezado a conocer que durante la noche se habían demolido los primeros edificios”.
Consultado respecto de los motivos por los cuales no estaba en Mar del Plata, Conte explicó: “sucede que habíamos intentado demoler un sábado al mediodía y habíamos tenido algunos inconvenientes derivados de un problema relacionado con la pesca. Por eso, yo estaba hasta con custodia”.
A continuación, retomando el tópico original, especificó: “en total participaron unas 120 personas y el proceso fue relativamente rápido. Estuvimos cuatro meses y medio para todo lo que fue la demolición y después empezó la tarea de limpieza y construcción de la Plaza del Milenio”.
Y puntualizó después: “arrancamos en abril de 1999 y ya el 1 de enero de 2000 quedó inaugurada la renovada manzana con su respectiva fuente”.
Por último, Conte, quien otrora era director de Vialidad Municipal (en ese momento, un ente descentralizado), subrayó: “a la distancia reviso lo que sucedió y me encuentro con la satisfacción de haber podido formar parte de un equipo de gente constituido por marplatenses y no marplatenses, municipales y profesionales del Ejército argentino, que pudo hacer algo que salió muy bien desde el punto de vista técnico”.
“Además – concluyó – hubo un enorme sentido de comunidad y un lindo trabajo en equipo, algo que es para destacar”.