El Papa Francisco ha denunciado que el aborto es lo mismo que lo que hacían los nazis pero "con guantes blancos" en un discurso improvisado ante el Forum Familia, una organización de la que forman parte 25 asociaciones italianas pro vida.
"El siglo pasado todo el mundo estaba escandalizado por lo que hacían los nazis para cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo pero con guantes blancos", ha defendido el pontífice en el Vaticano.
"Está de moda, es habitual. Cuando en el embarazo se ve que quizás el niño no está bien o viene con cualquier cosa: la primera oferta es '¿lo tiramos?'. El homicidio de los chicos. Para resolver una vida tranquila, se tira un inocente", ha continuado Francisco. En su discurso también ha pedido a los gobiernos que favorezcan la natalidad y ha asegurado que tener hijos es la inversión más grande que puede hacer un país. "No os canséis de ayudar al crecimiento de la natalidad en Italia, sensibilizando a las instituciones y la opinión pública sobre la importancia de dar la vida a políticas y estructuras más abiertas al don de los hijos", ha considerado.
"El nacimiento de hijos constituye la más grande inversión para un país y es la primera condición de su prosperidad futura", ha agregado. Por otro lado, ha definido el aborto como "una atrocidad" al compararlo con lo que hacían los espartanos con los niños con malformaciones. Y ha manifestado: "Cuando de chico la maestra nos enseñaba lo que hacían los espartanos cuando nacía un niño con malformaciones: lo llevaban al monte y lo tiraban para abajo para cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo. Una atrocidad".
Así, ha criticado "las lógicas individualistas y egoístas" por las que se guía el mundo frente al "amor de Jesús por los niños" que declara lo "sagrado e indisoluble" del puesto que ocupa la familia en el proyecto de Dios. Y ha añadido: "No es raro que pierda el sentido de la belleza y de los lazos estables, del compromiso hacia las personas, del cuidado sin condiciones, de la asunción de responsabilidad a favor del otro, de la gratuidad y del don de sí".
"Por este motivo es difícil comprender el valor de la familia, y se termina con concebirla según las mismas lógicas que privilegian al individuo en lugar de las relaciones y el bien común", ha sentenciado. Finalmente, ha reclamado a las instituciones civiles que favorezcan y hagan crecer "familias sólidas y serenas que se ocupen de la educación de los hijos y se hagan cargo de las situaciones de debilidad".