Los números lo respaldan. Casi 300 partidos oficiales, de los cuales dos tercios fueron en el extranjero, una carrera que fue en alza y una buena imagen en la mayoría de los clubes por los que pasó, que le valió que lo volvieran a llamar para una segunda etapa. Nació en Amstrong, Santa Fe, y de su club Defensores, dio el salto a Talleres de Córdoba, donde realizó la última parte de las divisiones inferiores e integró los planteles de las temporadas 2004 y 2005 de Primera B Nacional y Primera División. Con pocos minutos, fue a buscar continuidad y lo logró, acumuló 60 partidos en el Argentino B con 9 de Julio de Morteros y allí arrancó otra etapa.

El destino le tenía preparada una oportunidad en el fútbol europeo y no la dejó pasar. Su travesía comenzó en el Apollon Kalamarias de Grecia, de allí pasó al PAE Veria del mismo país y sus buenas actuaciones le permitieron llegar a uno de los grandes de la Liga griega, el Asteras Tripolis. Permaneció entre 2009 y 2011 en ese club, para luego mudarse a Chipre, donde vistió la camiseta del AEL Limassol, con quien obtuvo el título de liga. En 2013, lo esperaba una nueva experiencia en Portugal, con el Paços de Ferreira, y luego una temporada en el Sheriff Tiraspol de Moldavia, equipo con el que ganó la Copa de aquel país. El Limassol lo volvió a recibir en 2015 y levantó la Supercopa de Chipre. Su último club en Europa fue el Larisa de Grecia, donde había comenzado su recorrido internacional, y luego volvió a Sudamérica para defender el arco de Deportivo Pereira en la Primera División de Colombia.

Ahora, con 35 años recién cumplidos (nació el 18 de junio de 1983), Matías Omar Degrá deja el fútbol internacional para competir por el arco de Alvarado, que se sigue armando, que suma experiencia y empieza a diagramar lo que será una nueva temporada del Torneo Federal A, pero con un objetivo previo, que es ni más ni menos que el choque ante Boca Juniors, el 1° de agosto, por la Copa Argentina.