La frase fue dicha por el arzobispo tucumano, Carlos Sánchez, en el Tedeum, donde además reivindicó la posición de la iglesia y se pronunció "a favor de las dos vidas".
Con la presencia de la vicepresidente, Gabriela Michetti en el Tedeum, el arzobispo local pronunció una dura homilía. Carlos Sánchez reivindicó la posición de la iglesia y volvió a pronunciarse "a favor de las dos vidas".
"Decimos que todo hombre es importante, que no hay sobrantes en la Argentina. Que la dignidad de todo ser humano ha de ser respetada desde su concepción hasta su muerte natural", indicó.
Por otro lado, agregó: "El aborto es muerte del inocente, de un niño, de un argentino…" Además, sentenció: "Nadie tiene derecho a eliminar voluntariamente la vida de un ser humano".
En la misa también estuvieron la presidente de la Cámara Alta y vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti y el gobernador Juan Luis Manzur.