El ex presidente brasileño afirmó que es "muy triste" que el gobierno de Michel Temer, en el poder desde mediados de 2016 tras la destitución de su ahijada política Dilma Rousseff, esté "vendiendo" parte del patrimonio público "de forma irresponsable" y "a precio de banana" para "encubrir su ilegitimidad".
Brasil "necesita tener y consolidar" su soberanía y desterrar el complejo de inferioridad "que la elite brasileña siempre tuvo en relación a los Estados Unidos", añadió el ex jefe de Estado, quien cumple desde el pasado 7 de abril una pena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT), que en recientes declaraciones a quienes lo visitan expresó su intención de reformar la Constitución para anular modificaciones realizadas por Temer, en especial la que estableció un techo al gasto público, no hizo mención alguna a la dura batalla entre jueces ocurrida el domingo en torno a su liberación.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción en la Superintendencia de Policía de Curitiba, insistió desde prisión en que será candidato en las elecciones del próximo octubre para "recuperar la soberanía del pueblo brasileño", a pesar de que está virtualmente inhabilitado.
El juez de guardia Rogério Favreto, del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4), corte de segunda instancia, concedió a Lula un habeas corpus, solicitado por un grupo de diputados del PT, y determinó su "inmediata" puesta en libertad.
No obstante, el juez federal Sergio Moro, encargado del caso Petrobras en primera instancia y quien condenó a Lula el año pasado, cuestionó la competencia de su colega y apeló a que se pronunciase el instructor de la causa en el tribunal de segunda instancia, Joao Gebran Neto.
Éste revocó la liberación del ex mandatario, pero poco después Favreto dictó nuevamente su excarcelamiento, que negó en una segunda oportunidad el presidente del TRF4, Carlos Thompson Flores, para zanjar la controversia. El martes fue el Tribunal Superior de Justicia el que negó el pedido de libertad y cuestionó en duros términos la actuación del juez Favreto como "inusitada" y "anormal", por haber citado como un supuesto "hecho nuevo" la precandidatura a la Presidencia de Lula para concederle la libertad.
La presidente del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, denunció en la víspera una "conjura" del Poder Judicial para evitar la liberación del ex gobernante (2003-2010) e impedir que sea candidato para los comicios del 7 de octubre.
"Lula estaba prácticamente en la puerta" de la cárcel y una "conjura" de la Policía y la Justicia le impidió salir, aseguró Hoffmann, quien reiteró que inscribirán el nombre del antiguo sindicalista el 15 de agosto como candidato para las elecciones.