El ministro del Interior sostuvo que enviarán al Congreso una ley para bancarizar las donaciones en las campañas políticas.
Rogelio Frigerio hizo esas declaraciones un día después de que la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal echara a la contadora general de la Provincia,María Fernanda Inza, que es además tesorera del PRO en el primer estado argentino y que integró el equipo de rendición de cuentas durante la campaña.
La Justicia investiga cómo se financió la campaña electoral bonaerense del frente oficialista en 2017, tras la denuncia de que en la nómina de aportantes figuraban personas que aseguraron no haber donado dinero y que, además, serían beneficiarios de planes sociales.
"La gobernadora de la provincia de Buenos Aires fue muy clara, nosotros no vamos a apañar a nadie", dijo Frigerio en declaraciones a Radio Mitre.
Vidal había dicho el miércoles en conferencia de prensa que trabaja desde hace años con Inza y que confía en ella, pero aclaró que le pidió la renuncia "preventivamente" hasta que se aclare su situación judicial. "Así demostramos que no somos todo lo mismo", indicó la gobernadora bonaerense, que además ordenó una auditoría contable.
El ministro explicó ante esta situación que enviarán al Congreso la ley de financiamiento de la política, que determina que los aportes de las campañas deben bancarizarse y hacerse solo a través de tarjetas de crédito y débito, transferencias bancarias y cheques. "Esperemos discutirlo antes de fin de año", afirmó.
La funcionaria había sido designada en el cargo el pasado 12 de julio a través del decreto 2018-699, y el miércoles Vidal le pidió su renuncia, por la causa que investiga la justicia federal. Un antecedente la complica: su tía abuela, Armanda Inza, apareció inscripta como una de las responsables económicas de la campaña de Cambiemos en 2015, pero luego la mujer de más de 80 años reveló que desconocía su rol partidario.
Inza es cercana al secretario de Legal y Técnica de la Nación, Pablo Clusellas. Tras la victoria de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales Carlos Zannini la citó para comenzar la transición y le pidió que mantenga a buena parte del personal de segunda línea nombrado en los últimos años. Así delegaron la transición en sus funcionarios más cercanos y fue cuando entró en escena Inza, que se reunió con el segundo de Zannini, Carlos Liuzzi.