El Papa dijo que es "una plaga" también muy frecuente en las rutas migratorias, lo denunció el sumo pontífice en la víspera del Día Mundial de la ONU sobre ese delito.
Además reclamó que en las casas no se desperdicie la comida que sobra y recomendó darla a otras personas que lo necesiten o volverla a cocinar, tras el rezo del Ángelus dominical en la plaza de San Pedro del Vaticano.
"Esta plaga reduce a la esclavitud a muchos hombres, mujeres y niños con el objetivo de explotarles desde el punto de vista laboral y sexual, para el comercio de sus órganos, la mendicidad o la delincuencia forzada", señaló el pontífic.
Francisco recordó que el problema se da también en Roma pero que son las rutas migratorias las que "son a menudo aprovechadas por traficantes para reclutar nuevas víctimas", por lo que llamó a combatir esta lacra.
"Es responsabilidad de todos denunciar las injusticias y luchar con firmeza contra este vergonzoso crimen", solicitó ante los fieles que le escuchaban desde la plaza de San Pedro del Vaticano.