El ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, declaró este viernes en los Tribunales de Comodoro Py como "arrepentido" en la causa por los cuadernos de las coimas y, por cuestiones de seguridad, fue modificado su lugar de detención y trasladado a un "domicilio reservado" tras ingresar al Sistema de Protección de Testigos e Imputados.
Según indicaron fuentes judiciales, el ex funcionario firmó un acuerdo con el fiscal Carlos Stornelli para convertirse en imputado colaborador en la causa, el que deberá ser homologado ahora por el juez federal Claudio Bonadio.
Similar es el caso del financista Ernesto Clarens, cercano al matrimonio Kirchner y quien también hizo este viernes su descargo como "arrepentido" tras haber sido mencionado por algunos de los empresarios como el receptor de las coimas, por lo que Bonadio decidirá si acepta su solicitud.
Clarens es hombre clave en las causas donde se investiga si los Kirchner lavaron dinero: de hecho su financiera, Invernes S.A., es foco de diversas investigaciones y acusada de haberle garantizado al empresario Lázaro Báez la es estructura necesaria para llevar millones de dólares al exterior.