El obispo presidió la eucaristía en acción de gracias por el primer aniversario de su ordenación episcopal y toma de posesión de la diócesis de Mar del Plata.
Lo hizo en la Catedral de Mar del Plata, junto a algunos sacerdotes, diáconos y seminaristas, sus padres y familia, y decenas de fieles que se acercaron a compartir con él este día especial. Durante la misa también se rezó por el alma del querido padre Ricardo Delorenzo, al cumplirse también el primer aniversario de su partida a la Casa del Padre.
“Al hacer junto con ustedes queridos hermanos en esta misa, esta profesión de fe de Jesús que tiene palabras de Vida Eterna, al cumplir un año de ordenación episcopal, me viene a la mente el lema que elegí, ‘Cristo es nuestra paz’, el que tiene palabra de Vida Eterna, el Santo de Dios, el Salvador, el Mesías aquel al que tenemos que siempre ir y volver, es Cristo, que es nuestra paz“, dijo el obispo.
“Que lo podamos vivir como comunidad cristiana católica, que lo podamos vivir cada uno en nuestra vocación específica, que lo pueda vivir yo como padre, hermano y amigo como pastor y obispo de la Iglesia particular de Mar del Plata, cuyo sentido esencial de mi vocación es ser testigo de Jesús, testigo de la resurrección del Señor, del amor de la resurrección del Señor. Cada tarea, trabajo, recorrida, compromiso y contacto con cualquier grupo católico o los que no son de la Iglesia y que reclaman la presencia del obispo, tiene que estar marcado por este tercer punto: Jesús el Santo de Dios, el Mesías, el Salvador, el que es nuestra Paz; de Él queridos hermanos de mi humana debilidad, soy testigo como sucesor de de los apóstoles, de su Muerte y Resurección”, sostuvo monseñor Gabriel.
“Eso quiero seguir siendo en la Iglesia Particular de Mar del Plata, sostenido por la oración y el trabajo de todos ustedes, los que pudieron venir laicos, familias, sacerdotes y diáconos, seminaristas, comunidad de la Catedral y de otros lugares; y los muchos que a lo largo del día de hoy y ayer se han hecho presentes con las oraciones, mensajes, mails, whatsapp, demostrando de corazón la fidelidad a Cristo en la figura del padre y pastor de la comunidad que es el obispo. Les sigo pidiendo de corazón, que recen por mí, para que sea fiel al ministerio que el Señor me ha llamado y que por sobre todas las cosas sea testigo de la resurrección y anuncie siempre, sin miedo con fidelidad y profunda convicción que Cristo es nuestra paz”,concluyó.