Francisco proclamó santos este domingo al pontífice Pablo VI, a monseñor Óscar Arnulfo Romero, y a otros cinco beatos durante una multitudinaria ceremonia celebrada este domingo en la Plaza de San Pedro.
Además de Giovanni Battista Montini y el mártir salvadoreño, fueron canonizados los sacerdotes italianos Francesco Spinelli y Vicenzo Romano, las religiosas María Caterina Kasper y Nazaria Ignazia de Santa Teresa de Jesús March Mesa, y el laico italiano Nunzio Sulprizio.
El pontífice utilizó como es habitual la fórmula en latín para canonizar a los siete nuevos santos y pidió que fueran inscritos en el libro de los santos de la Iglesia.
Durante la Misa, el Papa Francisco portó el báculo pastoral de Pablo VI así como el palio de su predecesor. Y durante la Eucaristía usó también el cáliz del Papa Montini.
En recuerdo de monseñor Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 en el altar mientras celebraba misa, Bergoglio vistió el cíngulo que usó el día en el que fue ejecutado.
Alrededor de 70.000 personas asistieron a la ceremonia, que fue concelebrada entre otros por el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, y el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro.
En la Plaza de San Pedro y en los alrededores del Vaticano había una importante representación de peregrinos procedentes de El Salvador que aplaudieron emocionados cuando el Papa Francisco proclamó la santidad de monseñor Romero, el llamado "obispo de los pobres".
"Pablo VI, aun en medio de dificultades e incomprensiones, testimonió de una manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús. También hoy nos exhorta, junto con el Concilio del que fue sabio timonel, a vivir nuestra vocación común: la vocación universal a la santidad. No a medias, sino a la santidad", dijo el papa Francisco durante la homilía.