Dice que son ellos los que tienen que decidir si quieren jugar con público visitante.
El presidente Mauricio Macri aclaró que serán los clubes Boca Juniors y River Plate los que definan si las finales de la Copa Libertadores de América se jugarán o no con público visitante, medida que el Estado respalda pero no determina, explicó en diálogo con Fox Sports.
Macri le bajó así el tono a sus declaraciones en radio La Red y advirtió que "el Gobierno no le va a imponer a un club de fútbol cómo tiene que organizar un partido".
"Le hemos ofrecido a los clubes las condiciones para que jueguen con público visitante en los dos partidos. A partir de ahí será decisión de los clubes, que son los que organizan el espectáculo. Lo importante es que, si lo quieren hacer con público visitante, nosotros les damos las condiciones", garantizó.
La primera final de la Libertadores 2018 se jugará el sábado 10 a las 16 en La Bombonera, con arbitraje del chileno Roberto Tobar, y la revancha será en el Monumental el sábado 24 en el mismo horario.
A la mañana Macri sorprendió al anunciar a través de redes sociales que le pidió a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que trabaje con su par de la Ciudad, Martín Ocampo, para garantizar la presencia de hinchas visitantes en las dos finales de la Copa Libertadores entre Boca y River.
Pocos minutos antes del anuncio, Guillermo Madero, director de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, había descartado la posibilidad en una entrevista en radio La Red. En los mismos términos se habían expresado ayer el ministro porteño Ocampo y otras autoridades vinculadas a la organización de los partidos.
El último Boca-River por torneos oficiales que se disputó con simpatizantes de las dos parcialidades se jugó este año en Mendoza por la Supercopa. Por campeonatos locales, fue en 2013, en La Boca. El partido terminó 1 a 1 y no hubo incidentes. También se disputaron varios clásicos con ambas hinchadas por torneos de verano.