“Presentar un ejercicio con superávit cuando solo se ha ejecutado algo más del 12% de las obras presupuestadas es creer que los marplatenses y batanenses son tontos”, sostuvo la concejal Mercedes Morro del Frente Renovador.
“Si se asignan partidas para brindar servicios o realizar obras públicas y las mismas no son utilizadas es claro que contablemente ese dinero aparecerá en la caja” continuó, “pero de ninguna manera se trata de una sana administración sino de una evidencia más de que nada se hace por los vecinos”, subrayó la edil.
“Se dejó sin atender los caminos rurales, se le quitaron fondos a las sociedades de fomento, los edificios escolares dependientes de la municipalidad tienen carencias evidentes que en muchos casos han entorpecido el normal dictado de clases, se les arrebató a los docentes bonificaciones que tenían desde 1989, se produjo una ilegal intromisión del ejecutivo en el Concejo Deliberante rechazando una recategorización que es facultad de su presidente, lo que ha impedido el normal funcionamiento del cuerpo durante casi dos meses, la falta de higiene en las playas públicas las ha convertido en verdaderos basurales, el servicio de seguridad en playas no está asegurado faltando pocos días para el inicio de la temporada, las dependencias municipales se encuentran en un estado de precariedad que asusta y el cuerpo encargado de llevar adelante el ordenamiento del tránsito no posee ni móviles ni grúas suficientes” puntualizó.
“Así cualquiera tiene superávit. Si nada hago, nada gasto” afirmó.
“Me parece que Arroyo y Mourelle pretenden esconder en estados contables su incapacidad y desinterés para gestionar Mar del Plata y Batán” siguió, “pero los ciudadanos no son tontos y no podrán ser engañados por esta maniobra de corto vuelo que no podrá distraernos de la grave situación institucional por la que atravesamos”, dijo Morro.
Por último la edil pidió al intendente que “se detenga en esta estrategia de confrontar y reflexione acerca de todo el tiempo que ha perdido en ella sin cumplir con el mandato de quienes lo votaron y la expectativa de todos los vecinos”.
“Menos números dibujados y más trabajo y diálogo” concluyó.