"En este momento tengo todo revuelto. Es lo único que sé. Vienen un montón de incógnitas ahora, saber qué pasó. Y sobre todo, el hallazgo implica ver la realidad muy crudamente, es muy difícil", expresa Noelia, esposa de Hugo Aramayo, uno de los tripulantes del submarino.
"Todavía tenía esperanzas de que pudieran estar vivos", dijo Luis Niz, padre de uno de los marinos, visiblemente conmovido.
"Ahora queremos saber qué pasó. Hubo fallas, seguro. La justicia tiene que investigar. Si hay culpables, que sean castigados. ¿Se imagina? Son 44 chicos, cuando se subieron a ese submarino estaban vivos", añadió.
La mayor parte de los familiares de los 44 tripulantes, han permanecido desde hace un año en Mar del Plata a la espera de noticias.
El buque de la empresa estadounidense Ocean Infinity zarpó el 7 de septiembre con cuatro familiares a bordo y estaba a punto de cesar la búsqueda cuando se produjo este hallazgo.
Justo un día antes, la Armada organizó un acto en homenaje a los tripulantes del submarino San Juan en Mar del Plata, con motivo del aniversario de su desaparición.