El colectivo que trasladaba al xeneize recibió piedrazos y proyectiles de los hinchas de River Plate y varios jugadores se vieron afectados por los gases lacrimógenos que arrojó la policía.
El partido podría suspenderse porque jugadores de Boca heridos y Pablo Pérez fue el más afectado con cortes en el brazo y cerca del ojo.
El presidente de River, Rodolfo D'Onofrio; su par de Boca, Daniel Angelici, y el titular de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, permanecían reunidos en una oficina del estadio Monumental tras la agresión de hinchas de River a jugadores de Boca en la previa de la superfinal revancha de la Copa Libertadores.
La intervención de la policía se produjo cuando los hinchas de River Plate desbordaron los molinetes de acceso a la platea Belgrano Baja del estadio Monumental y la policía lanzó gas pimienta para controlar los disturbios, que se produjeron a las 14.45, poco más de dos horas antes del inicio de la superfinal revancha con Boca Juniors por la Copa Libertadores.
Un socio de River que ingresó a la cancha con sus ojos irritados y cubriéndose la boca con su remera explicó que el incidente se produjo por la gran concentración en la puerta de acceso y las demoras en el control del ticket para habilitar el pase.
La situación fue controlada rápidamente y efectivos de seguridad privada del club realizaron algunas detenciones de hinchas, lo que produjo un cántico masivo en contra del presidente Mauricio Macri, fanático de Boca.
Pasadas las 15, el Monumental presentaba una ocupación del 70 por ciento de su capacidad y en sus inmediaciones cientos de hinchas permanecían sin entradas a la búsqueda de una de ellas en la reventa.