Desde la madrugada de este lunes, la petrolera YPF decidió implementar la medida en beneficio de los consumidores, tras mantener algunas conversaciones con el Gobierno, y sobre todo, después de la caída en el precio internacional del petróleo y la estabilidad del peso.
De acuerdo al nuevo esquema de precios, la nafta súper de YPF que hasta este domingo costaba $37,59 en la Ciudad de Buenos Aires, pasó a $37,21 (lo que implica un descenso del 1%), mientras que la Infinia bajó de $44,01 a $43,35 (-1,5 por ciento).
Sin embargo, el gasoil Diesel 500 saltó de $33,76 a $34,84 y el Infinia Diesel de $39,67 a $ 40,86.
El argumento que dio el Gobierno para la rebaja del precio de las naftas no sólo es la caída del barril Brent, el que se toma como referencia en la Argentina, sino también la estabilidad cambiaria, más allá del reacomodamiento del dólar de los últimos días.
Por su parte, las petroleras recordaron que este mes será mayor el peso de dos gravámenes a los combustibles, el que se aplica sobre las emisiones de dióxido de carbono y el clásico ITC, ajustable por inflación.
Desde diciembre, ambos impuestos sumarían un peso de casi 25% sobre el valor en surtidor.
De acuerdo con datos oficiales, los despachos de naftas y gasoil cayeron 2,8% en octubre último frente al mismo mes de 2017.
Pero la utilización de nafta Premium descendió en forma muy abrupta, un 28,8%, por los sucesivos aumentos de precios en los surtidores, y esta sería una razón para que la rebaja de precios sea mayor en este combustible.
En un año se pasó de vender 253 mil metros cúbicos a apenas 180 mil.
En el caso de Diésel de mayor calidad, el Grado 3, el descenso en las ventas fue de 6,6% en los últimos 12 meses.
Noviembre había arrancando con subas del 5% en Shell y Axion, pero a la semana debieron achicar el incremento a la mitad porque YPF, que detenta el 56% promedio del mercado, sólo ajustó 2,5% sus productos.