En un acto celebrado en el Torreón, el jefe comunal manifestó que “la temporada será brillante, tal vez una de las mejores a las que asistiremos los marplatenses de nacimiento”.
El intendente Carlos Fernando Arroyo participó este sábado de la ceremonia de Bendición de las Aguas e inicio de la Temporada 2018-2019, que se desarrolló en horas de la mañana en la explanada del Torreón del Monje.
Del acto también participaron la titular del Ente Municipal de Turismo Gabriela Magnoler y el vicario general presbítero Luis Albóniga, además de funcionarios integrantes del Gabinete comunal, concejales, legisladores con asiento en la ciudad e invitados especiales.
Cabe señalar la presencia de Giuliana Chiappa, la 45° Reina Nacional del Mar, en su último acto representando a la ciudad y acompañada de Abril Montiel (primera princesa) y Melisa Skinder (segunda princesa).
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino interpretado por la Banda Sinfónica Municipal -a cargo del Maestro José María Ulla- y de la bendición de las aguas, Arroyo hizo referencia a un minuto de silencio que se hizo en memoria de los tripulantes del ARA San Juan. “Estas aguas que acaban de ser bendecidas son hermosas, maravillosas y un don de Dios, pero también entrañan un gran sacrificio para los que las navegan y un peligro en muchos casos. Y me parece excelente ese minuto de silencio que hemos guardado en recuerdo de nuestros marinos”, declaró en el principio de su alocución.
“Les digo que mi administración ha elevado al HCD un proyecto para que 44 calles de la ciudad de Mar del Plata lleven el nombre y el grado militar de esa tripulación, a la que se sumará una calle más con un nombre general, que recordará a los 44 héroes”, agregó.
“Mar del Plata y Batan, enclavados en este sector de la geografía argentina han pasado muchas situaciones de tensión y de crisis, pero les recuerdo que -en castellano auténtico- la palabra ‘crisis’ significa ‘cambio’ y que estamos cambiando. Estamos cambiando muchas reglas de juego, porque queremos llegar a tener una ciudad que sea el cumplimiento de un mandato divino para todos, sin excepciones, partiendo de la base de que cada ser viviente es un ser humano y que todos tenemos los mismos derechos y obligaciones”, aseveró el jefe comunal.
“Quiero dar un mensaje: estoy seguro que vamos a recibir a millones de personas, porque por las razones económicas que todos ustedes conocen perfectamente, la temporada será brillante, tal vez una de las mejores a las que asistiremos los marplatenses de nacimiento”, afirmó.
“Pero ello nos obliga a todos los habitantes de estas tierras a volver a los valores que nos dejaron nuestros padres, los fundadores de la Patria. A los valores de la hermandad, de la decencia, de la transparencia y -sobre todo- de la humildad. Algunos forman parte de una Fe que es la misma que tengo yo, otros son de otras, pero no importa: aún los agnósticos tendrán que reconocer que la naturaleza tiene leyes superiores que no se pueden violar”, afirmó el intendente.
En ese sentido, Arroyo explicó: “A veces nos quejamos que nos pasa ésto o nos pasa aquello y en realidad, estamos utilizando una gran soberbia, porque nuestra capacidad es tan pequeña que nunca jamás podremos juzgar los designios de Dios o de la Naturaleza”.
Finalmente, el titular del Ejecutivo local afirmó que esta inauguración de la temporada “no tiene que ser un acto político más, como para sacarnos una foto y los medios comenten que hicimos una ceremonia y nada más. Esto tiene que ser un compromiso con la Patria, con Dios y con nuestros semejantes, para trabajar con humildad por los que sufren, para hacer de este lugar una gran ciudad. No una ciudad rica, una ciudad feliz”, concluyó.