Desde harina y huevos, hasta cotillón de colores, e incluso vino y champagne. El ritual de arrojarle a los egresados de abogacía –y de todas las carreras en general- la mayor cantidad de cosas en tiempo récord es una de las tradiciones más comunes entre los universitarios.
En teoría, el rito persigue el objeto de augurar un futuro próspero al profesional. En concreto se traduce en una pila de basura maloliente en la plaza frente al edificio de 25 de Mayo al 2800.
Cerrando un mes decisivo en la carrera de muchos alumnos de abogacía, referentes del Centro de Estudiantes estiman entre 20 y 30 recibidas que se produjeron tan sólo en los últimos 15 días en la plaza.
Los vecinos de la zona no perdieron oportunidad para manifestar su desagrado en las redes sociales e incluso se acercaron a la Unidad Académica a plantear sus reclamos.
Representantes de la Franja Morada en la UNMDP encabezaron una jornada de limpieza para retornar la plaza a su estado original.
“Durante la gestión anterior del Municipio, se realizó una obra de puesta en valor de la plaza en donde teóricamente se iba a incorporar un sector destinado a las recibidas, que nunca se concretó. Incluso nos indicaron en dónde se iba a ubicar, y a medida que las obras avanzaron nos dimos cuenta que no se había incorporado dicho espacio”, puntualizó Bruno Giannini, actual presidente del CED.
Desde la Franja Morada elaboran un proyecto para modificar el famoso ritual, “con el objeto de que el mismo respete la convivencia con los vecinos, evite el desperdicio de alimentos que muchos vecinos hoy necesitan y tenga una óptica ecológica alineada con la postura de nuestra institución en este aspecto” el mismo busca fomentar el uso de material biodegradable y cotillón en reemplazo de alimentos, para aquellos alumnos que decidan hacerlo.
“Esperamos poder llevar a buen puerto esta nueva lógica de festejo, con el apoyo de ONGs y empresas de la ciudad comprometidas con generar un cambio de paradigma”, finalizó el dirigente.