El intendente de esa localidad chubutense, Antonio Reato, resolvió la "suspensión de todas las actividades grupales en espacios cerrados municipales por el período de cuarenta días corridos" ante los casos que ya produjeron diez muertes.
La resolución municipal aclara que "la medida alcanza al gimnasio, la dirección de cultura, el auditorio, la capilla, los centros de jubilados y la sala velatoria", en la que no se permitirá ni siquiera la realización de velorios.
El segundo punto de la medida "suspende todas las actividades grupales en espacios institucionales provinciales dentro del ejido municipal, a excepción de las dependencias del ministerio de salud".
"Solo se mantendrán actividades colectivas convocadas por el área programática del Ministerio de Salud en coordinación con el municipio y deberá el ministerio garantizar las medidas preventivas para evitar contagios", indica la resolución 7/2019 que dictó la Municipalidad.
También se recomienda "a la población en general extremar las medidas de prevención para evitar el contagio de infecciones respiratorias, así como evitar la realización de actividades grupales y colectivas en espacios cerrados como conciertos, peñas, reuniones y eventos religiosos durante la cuarentena".
Chubut extremó las medidas de prevención que incluye el aislamiento selectivo de unas 60 personas a las que considera parte del "vínculo epidemiológico", es decir que son familiares o allegados de personas que fueron contagiadas.
El ministro de salud de Chubut, Adrián Pizzi, había adelantado la intención de recurrir a un aislamiento forzoso, es decir obligar con el uso de la fuerza pública a que potenciales contagiados tomen contacto con el resto de la población, lo que implica el reconocimiento de la evolución del llamado "Virus Andes" que se transmite de manera interpersonal y no a través de la orina o heces del ratón colilargo como se creía.