"Comparto las opiniones de aquellos que critican el accionar de algunos funcionarios, como Mourelle y Distéfano, entre otros, que han roto todos los puentes de diálogo, con sus agravios y descalificaciones; pero hay que decirlo con claridad y apelando al refrán: "La culpa no la tiene el chancho, sino quien le da de comer", expresó, de manera gráfica, el edil.

"Durante el 2018 el Intendente y sus funcionarios se pelearon con todos los sectores que pudieron, productores agropecuarios, empresarios, funcionarios provinciales y nacionales, concejales, dirigentes deportivos, docentes, municipales, y guardavidas, entre otros. Hemos insistido más de una vez que ese no era el camino adecuado para solucionar los problemas de nuestro municipio y atender las preocupaciones de la gente, que no son otras que las derivadas de la difícil situación económica y social por la que atravesamos, con un ajuste y una inflación que carcome el poder adquisitivo de los salarios y complica el inicio o el desarrollo de cualquier emprendimiento comercial o productivo", aseveró más delante.

"Por no haber escuchado a quienes, desde distintos lugares, tuvimos una posición distinta a la que emana del entorno más cercano al Intendente, es que desaprovechamos la oportunidad que nos brindaba el poder tener, a pesar de la crisis general, una auspiciosa temporada; y hemos recibido a quienes nos visitan con una ciudad en un estado triste y lamentable".

"Hace un tiempo atrás dijimos, y reiteramos hasta el cansancio, que el intendente Arroyo debe recuperar la mesura, y convocar a un diálogo amplio, a fin de encarar juntos las múltiples cuestiones pendientes de resolver, en estos 330 días que le quedan de gobierno. Esperamos, para bien de todos, que esa empiece a ser la actitud en este 2019", sentenció Rodríguez.