Según dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la inflación fue de 47,6% en todo 2018, mientras que en diciembre fue del 2,6%. Es la cifra más alta desde 1991, empujada principalmente por la fuerte devaluación que sufrió el peso.
Los aumentos de precios mostraron una leve desaceleración en el último mes del año respecto a noviembre, cuando la inflación había sido del 3,2%. Si bien el número es elevado, es el cuarto mes consecutivo de desaceleración en los precios, desde el pico de 6,5% en septiembre.
Las principales subas del año se registraron en transporte (66,8%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (51,2%). Pero también aumentaron por arriba del promedio general de inflación comunicación (55,3%); equipamiento ymantenimiento del hogar (50%), y salud (50,2%).
En menor medida subieron: vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (45,7%); recreación y cultura (43,4%); restaurantes y hoteles (39%); prendas de vestir y calzado (33,1%); educación (32,1%), y bebidas alcohólicas y tabaco (28,3%).
Pese a la aspiración oficial, los economistas prevén que será complicado que para los próximos meses la inflación se ubique por debajo del 2% debido, principalmente, a los aumentos ya previstos en las tarifas de los servicios públicos.