La pequeña localidad de Progreso en la Provincia de Santa Fe, despidió a Emiliano Sala, el futbolista trágicamente fallecido el mes pasado en un accidente aéreo en el Canal de la Mancha.
A cajón cerrado, el funeral comenzó con la familia junto al ataúd donde se encontrabanlos restos de Emiliano y desde temprano empezaron a llegar familiares, amigos y algunos vecinos de Progreso, un pueblo de 3.000 habitantes.
Una bandera colgada frente al club decía "Nunca caminarás solo", mientras adentro más de una veintena de coronas y dos fotos en gigantografía del delantero decoran el salón.
En las cercanías del club había un ambiente silencioso a pesar de la llegada de muchos medios internacionales, bajo un fuerte operativo de seguridad de la Policía de Santa Fe y de una empresa privada.
Raúl, árbitro de la liga de fútbol de Esperanza, que lo tuvo a Emiliano como jugador cuando era adolescente, llegó al funeral desde San Jorge, a más de 200 kilómetros de Progreso.
"La verdad que tengo mucha tristeza, era un gran pibe", relató y comentó que la mamá y la hermana de Emiliano se encontraban "muy compungidas" junto al ataúd.
Nacho, primo del padre de Emiliano y también oriundo de Cululú, el pueblo donde nació el jugador, contó tras salir del funeral que "estoy muy triste, la familia está muy tocada, pero bueno son cosas de la vida".
"No llegamos a comprender cómo pasó esto, estamos doloridos", agregó. El cajón con los restos del futbolista llegó el viernes por la mañana desde Gran Bretaña y, del aeropuerto de Ezeiza, se lo trasladó en una camioneta hasta Santa Fe y luego en la madrugada hacia Progreso, donde se realizó la despedida.
La familia del jugador pidió cremar sus restos después del velatorio, procedimiento que fue autorizado por las autoridades judiciales que intervienen en el caso.
Entre los presentes en el velorio, estuvieron el entrenador del Cardiff City de Gales, Neil Warnock, y el defensor del Nantes de Francia e íntimo amigo de Sala, Nicolas Pallois, el último club en el que jugó el argentino.
La avioneta Piper PA-46 Malibu que trasladaba a Sala desde Nantes a Cardiff desapareció el lunes 21 de enero cuando cruzaba el Canal de la Mancha, luego de que el club galés comprara la ficha del jugador al Nantes a cambio de 17 millones de euros.
El cadáver de Sala fue recuperado la semana última del fondo del Canal de la Mancha, en tanto aún no se encontró el del piloto.