La situación económica del 2018 hizo que pequeños y medianos productores transformara su actividad comercial en agricultura familiar. Por el kilo de cerdo a los productores les pagan entre $38 y $44 y en las góndolas se vende a $150.
El presidente de la Unión de Producciones Regionales Intensivas (UPRI) perteneciente a la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) de Mar del Plata y presidente de la Asociación de Productores Porcinos de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Lamacchia, manifestó que “se está originando un verdadero cambio cultural en el consumo de la carne de cerdo. Hablando de la actualidad hoy el costo de las otras carnes es sumamente elevado, y eso favorece el consumo de nuestros productos, además ha aumentado el conocimiento sobre las bondades que tiene la carne”.
En el año 2018 el sector porcino ha tenido la crisis más importante de los últimos 20 años que ha dejado como saldo que entre el 50 y 60 por ciento de los pequeños y medianos productores lamentablemente hayan tenido que dejar la actividad o transformar su actividad comercial en agricultura familiar. Alejandro Lamacchia explicó “esta situación acarrea una serie de inconvenientes porque todos los municipios del interior de la provincia de Buenos Aires viven de la actividad productiva. Si bien este año ha comenzado levemente a revertirse la situación y proyectábamos que en el 2019 el productor iba a tener una venta sostenida, la situación económica doméstica hace que nuestra nueva dificultad ahora esté en la baja de demanda por la falta de dinero en los hogares”. Además agregó “la imperante necesidad de activar el mercado de la producción porcina se debe a que los productores buscan recuperarse para recaudar fondos y así saldar deudas que vienen sosteniendo desde el año pasado y tratar de estabilizarse”.
Desde UPRI trabajan por concientizar a los productores de la importancia de asociarse para que puedan completar la cadena de valor y, frente a los distintos ciclos de crisis económicas que surgen, el productor tenga una organización que lo contenga y a través del trabajo asociativo establecer un mayor control para poder regular el mercado. “Por ejemplo, hoy el costo del kilo de la carne de cerdo está a $38, al productor que es eficiente se lo pagan $44, y luego ese producto se vende en las góndolas a un promedio de $150. Por eso desde UPRI queremos capacitar a los productores para que puedan ingresar al mercado y hacer frente a las condiciones que propone el mismo. Además desde la Asociación queremos acompañar a los productores, que en su mayoría son simplemente criadores, en los trámites burocráticos para así también disminuir el trabajo informal en todos sus aspectos, aclaró el presidente de UPRI.
Por último destacó la necesidad del trabajo que debe hacer el municipio facilitando la tarea de los productores. El Municipio es el que tiene la capacidad de convocarlos, organizarlos y darles las facilidades para realizar los trámites.