Natalia, una de las trabajadoras de la empresa Kernis (desde hace tiempo tomada), manifestó que todos los empleados de esa planta "seguimos resistiendo", al tiempo que expresó que "llamativamente, no hemos recibido apoyo" de los sindicatos que "supuestamente nos tendrían que representar".
"La verdad que estamos muy complicados. La planta de pastas secas está tomada desde hace tiempo y hace dos años la familia Serdá la subalquiló a Leonardo Fagnani, que es nieto del fundador de fideos Don Vicente, y a otro empresario de Buenos Aires. Y en éstos dos años, como trabajadores comenzamos a recibir órdenes de ésta gente y no de Serdá", dijo la trabajadora en charla con Cazador de Noticias.
Recordó que "los nuevos empresarios comenzaron a trabajar con nosotros, a veces bien, a veces mal, pero lo cierto es que se comenzaron a retrasar con los pagos hasta que un día nos dijeron que no trabajábamos más porque la planta se cerraba y nos dejaron abandonados por completo".
"Quiero aclarar que, por ejemplo en mi caso, hace 24 años que trabajo con Serdá y en noviembre de 2018 firmaron una carta de despido y hasta ahora no hemos cobrado un peso ninguna de las 14 familias que trabajamos para la empresa", cuya planta esta ubicada en calle Cuba 147, detrás de la Facultad de Ingeniería.
Natalia denunció que el titular originario de Kernis (Jorge Serdá), "abrió una planta a menos de 10 metros en la que nosotros ayudamos a ponerla en funcionamiento. Es una empresa para productos para celíacos y está en un mismo predio, separado por un alambrado pero realmente no entendemos cuando Serdá dice que no nos puede pagar ni que él tiene para comer cuando los camiones, desde allí, entran y salen todo el día".
Respecto del apoyo de gremios ante esta situación, Natalia dijo que "es el Sindicato de Fideeros quien nos tendría que representar pero están ausentes porque nos dijeron que renunciemos y busquemos otro trabajo y, por eso, el abandono hacia nosotros. Es la primera vez que debe pasar esto con un sindicato".
Y finalizó diciendo que "tampoco la CGT ni la CTA se han acercado a nosotros, ni el municipio. Inclusive en la delegación local del Ministerio de Trabajo tampoco su respuesta fue satisfactoria para nosotros. No tuvimos ningún apoyo sindical ni tampoco del ministerio. Salvo con la gente común que colabora, estamos abandonados pero vamos a permanecer en la planta y seguir realizando actos solidarios para comprar insumos porque queremos mantener nuestra fuente laboral".