“No les fue fácil, venían empobrecidos, de un país en guerra, dejando sus afectos a miles de kilómetros de distancia, hablando un idioma distinto, y sin embargo, empezaron de cero. Construyeron desde abajo, con empuje, con la fuerza característica de nuestros abuelos italianos”, sostuvo Montenegro.

Acompañado de los precandidatos a concejal Nicolás Lauría y Silvana Di Leva y la precandidata a diputada provincial Florencia Ranellucci, sostuvo que “tenemos que fortalecer el rol del Municipio en la generación de oportunidades para la creación de nuevos puestos de trabajo, pero también recuperar esa cultura del trabajo” y enfatizó que “no tenían nada y no iba a cortar la calle, a pedir que metan a un familiar en el Concejo. Laburaban sin parar”.

En la misma línea, recordó al padre de Silvana, Antonio Di Leva, fundador de Chichilo, “que llegó en 1947 escapando de la grave depresión social que la post-guerra, comenzó como un simple pescador ambulante alternando entre Once y algunas temporadas de Mar del Plata hasta que decide residir nuestra ciudad y hoy es un emblema de la gastronomía local, con reconocimiento nacional, sinónimo de pescado marplatense. Es tradición y es legado”.

“El bisabuelo de Florencia (Ranellucci) que llegó de Molise, se instaló con su casilla y fue fundador del club Social y Deportivo Juan H. Jara donde fomentó el deporte social, tarea que después su abuelo siguió. Todas historias de esfuerzo, de empuje, de no bajar los brazos”, agregó.

También recordó a Arcidiácono, otro emblema del puerto local, “que me contó que en su familia le enseñaron a trabajar, trabajar y trabajar y que él se lo transmite a sus hijos y sus nietos” y agregó que “esa cultura del trabajo es la que hizo grande a la Argentina, e inmensa a Mar del Plata y que debemos recuperar”.