“’Evitar ser influidos por conceptos dogmáticos o prejuicios propios o ajenos’, forma parte de uno de los tantos principios que nos dejó nuestro fundador. Con mucho orgullo hoy recibimos a @Lautaroguzman, una persona que rescata los valores del Dr. René G. Favaloro”, escribieron en la cuenta de Twitter de la institución.

Además del reconocimiento, la Fundación le regaló al profesional el decálogo que el célebre cardiólogo legó al hospital como también la autobiografía del cardiocirujano “Recuerdos de un médico rural” junto con un pin de Favaloro que utilizan todos los médicos de la entidad.

La historia de Lautaro se remonta hace tres semanas cuando viajaba en el tren Roca. Llevaba un camperón, gorra y zapatillas porque, según contó en entrevistas anteriores, le resultaba más cómodo para andar que el ambo.

En ese momento, una nena se sentó a su lado, al ver un asiento vacío. Sin embargo, su mamá la hizo levantarse y alejarse de ese lugar. “¿Cómo te vas a sentar al lado de un villero”, le recriminó.

Al escuchar esas palabras, Lautaro, lejos de molestarse, siguió escuchando música. Pero más tarde hizo catarsis en las redes sociales con un mensaje claro pero contundente. “La gente va por la vida juzgando por las apariencias, acá el "VILLERO" con el que no me siento en el tren "Señor@ ojalá nunca necesite de mi, porque para su fortuna, l@ voy a ayudar traiga la ropa que traiga", había escrito.

La historia del joven le tocó la fibra al doctor Oscar Mendiz, director del instituto de Cardiología del hospital Favaloro quien al verlo en los medios, recordó su historia a puro trabajo y sacrificio desde el seno de una familia humilde a formarse en la profesión y gracias a ella conocer el mundo.

Fuente: Diario Popular