Un día después de verse forzado a mudar la sede de gobierno a Guayaquil por la escalada de protestas contra las medidas de ajuste económico acordadas con el FMI, el presidente Lenín Moreno, enfrenta hoy un nuevo día de incertidumbre política que incluye una huelga general y una gran movilización convocada por las comunidades indígenas en Quito.
Desde el lunes, los manifestantes comenzaron a llegar por miles a la ciudad capital, en respuesta al llamado de la Confederación de Nacionalidades Indígenes de Ecuador (CONAIE), la mayoría de ellos provenientes de las provincias de la región Sierra y Amazonia, a los que se sumaron estudiantes de varias universidades y miembros de organizaciones sociales del país.
Miles de ellos acampan en distintos puntos de Quito a la espera de la asamblea de hoy.
Los manifestantes piden al gobierno que deje sin efecto las medidas económicas anunciadas la semana pasada, que incluyeron la eliminación del subsidio estatal, que regía desde hace más de 40 años, a varios combustibles; por lo que pasaron de costar 1,85 dólares a 2,39 por galón (3,78 litros), mientras, el diésel subió de 1,03 dólares a 2,29, un aumento del 123%.
También exigen que no sea enviado al Parlamento el paquete de reformas laborales y tributarias que anunció Moreno, incluida en el acuerdo de ajuste firmado con el FMI y advierten que la movilización sólo culminará con el fin del "paquetazo".