El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, moderó este sábado su discurso al señalar que "la Argentina precisa de Brasil y Brasil precisa de la Argentina", al tiempo que dejó abierta la posibilidad de enviar a un representante a la ceremonia de asunción del líder del Frente de Todos.
El leve giro en el discurso del jefe de Estado de Brasil se dio un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,llamara por teléfono a Alberto Fernández y manifestarle su apoyo para que la Argentina "logre superar los desafíos económicos".
"La Argentina precisa de Brasil y Brasil precisa de la Argentina", manifestó Bolsonaro tras las fuertes críticas que había dedicado a Fernández y que llegaron incluso al plano personal.
Si bien el presidente del vecino país mantuvo en parte su tono duro al reiterar con que "no" piensa "llamarlo" a Fernández "para desearle suerte, ni tampoco ir a la asunción del mando", hizo un guiño a la posibilidad de enviar a un representante de Brasil al acto institucional del 10 de diciembre.
"Si alguien del gobierno quiere ir, basta que me hable. Si hubiera algún voluntario, está libre para ir", indicó más adelante.
Bolsonaro había expresado su apoyo a la reelección del presidente Mauricio Macri y luego de la derrota del mandatario en las urnas se animó a declarar que "la Argentina eligió mal", a lo que le siguieron más críticas y la burla de su hijo.
Tras esas manifestaciones, el canciller Jorge Faurie no quiso cursar una queja formal a su par brasileño para evitar una escalada peor, pero sí envió una carta de protesta al embajador de Brasil en la Argentina, Sergio Danese.
El evidente enojo de Bolsonaro con el resultado de las elecciones nacionales no solo se dio por las diferencias ideológicas que lo separan de Fernández sino también por el reclamo público del presidente electo por la libertad del exmandatario brasileño Luiz Inácio "Lula" Da Silva.
La nueva postura, más moderada, de Bolsonaro frente a la Argentina se enmarca no solo en el contacto que Estados Unidos tomó con el futuro Gobierno sino también en la preocupación que la escalada verbal generó en empresarios de ambos países por el destino del comercio en el ámbito del Mercosur