“Lo importante hoy era conocernos”, dijo Tinelli después de la reunión. Su presencia acaparó las miradas y no pocos de los presentes le pidieron una selfie. “El principal objetivo es terminar con el hambre en la Argentina y tengo mucha confianza. No sólo porque se trata de una política de gobierno sino porque esto es una política de Estado de aquí a 50 años”, afirmó el conductor televisivo.
Pero reducir los alcances de la cumbre a la presencia estelar de quien domina la televisión local desde comienzos de los ‘90, minimiza la relevancia económica de otros asistentes.
El Consejo, por ahora, logró reunir a representantes de importantes e influyentes sectores económicos. Fernández los considera actores clave en la lucha contra el hambre: desde Daniel Funes de Rioja (integrante de la UIA y presidente de la Copal, la cámara que reúne a empresas alimenticias), Juan Vasco Martínez (supermercadistas) y Gustavo Idígoras (Cámara de la Industria Aceitera), hasta los directivos del agro Dardo Chiesa (Confederaciones Rurales Argentinas), Carlos Achetoni (Federación Agraria), José Tedesco (productores de siembra directa), Antonio Aracre (director de la compañía de agroquímicos Syngenta) y Carlos Vila Moret (Sociedad Rural Argentina), entre otros.
Buena parte de estos dirigentes ligados a la actividad rural -reunidos en la Mesa de Enlace- supieron mantener disputas ásperas con las gestiones presidenciales del kirchnerismo.
“Emociona poder con terminar la grieta”, admitió Tinelli. “Estamos ante una oportunidad de evitar la grieta; esto es prioridad del nuevo presidente. Fue una reunión de alta representatividad política, económica y social”, evaluó en un sentido similar, Alfredo Paseyro, gerente general de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), según citó el diario La Nación.