El venidero domingo 1 de diciembre, en el parque Fortunato Chiappara de la ciudad de Pigüé, se realizará la trigésimoprimera edición del evento. No será una más: se romperá otro récord.
Se utilizarán 20.000 huevos, 19.000 de ellos para la sartén principal y los restantes para el consumo de celíacos que, como es tradicional, se ofrecerá con pan, plato y tenedor en forma gratuita para los —probablemente— más de 7.000 comensales.
La historia dice que, cerca de las Pascuas de 1973 (de allí los huevos), en la localidad de Bessières, Haute-Garone, Midi Pyrennes, en el sur, se vivía una crisis económica (del modo europeo, a los efectos de eventuales comparaciones sudamericanas).
En lugar de una olla popular, a un grupo de vecinos se les ocurrió hacer una omelette gigante. La situación comenzó a mejorar y, en 1974, el hecho generó una gran fiesta. ¿Cómo? Sí, con una omelette gigante.
Además de Bessiéres, la otra sede francesa es Fréjus, en St. Aygulf. El sitio elegido de Bélgica, es Malmedy; en Canadá es Granby, Quebec; en Dumbea, en Nueva Caledonia, en el Pacífico Sur y en Abbeville, Louisiana, en los Estados Unidos.
Pigüé fue la última sede que se sumó, el domingo 5 de diciembre de 1999, hace exactamente 20 años.
La Omelette Gigante de la cabecera saavedrense es la más grande de todas, no sólo por la capacidad de la sartén, sino por el número de huevos.
En 1999 se rompieron 8.000 huevos y, en los últimos años, se utilizaron entre 15.000 y 17.000. En las omelettes de Bessières y de Malmedy se hacen dos omelettes de 8.000 huevos cada una.
“Si bien la sartén está modificada (NdR: tiene 4,20 metros de diámetro), estamos al límite cuando empezamos a remover los ingredientes y corremos el riesgo de que se caiga demasiado en este movimiento. No obstante, hemos decidido agregar más huevos para esta edición”, sostiene Marcenac.
La celebración se iniciará a las 11, con el desfile de los Caballeros de la Cofradía de la Omelette Gigante de Pigüé. El almuerzo se prevé servir, siempre en el Fortunato Chiappara, entre las 12.30 y las 13. Es una forma de decir que, también, la mesa ya estará servida.
(Fuente: La Nueva)