Al grito de "Estados Unidos es el Diablo" miles de personas marcharon al paso del coche fúnebre que trasladó los restos del general iraní.
La muerte del jefe de la fuerza de elite Quds y líder de la estrategia de seguridad regional, Qasem Soleimani, en un ataque en las inmediaciones del aeropuerto internacional de la capital iraquí disparó las tensiones en la región y Teherán advirtió que tendrá represalias severas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, argumentó que ordenó el asesinato de Soleimani para evitar una guerra.
En plena tensión, la coalición militar liderada por Estados Unidos en Irak determinó en las últimas horas las "medidas de defensa y seguridad" de sus bases en el país a la vez que se enviaron otros 3.000 soldados a la vecina Kuwait.
En la procesión, integrada en su mayoría por hombres con uniforme militar negro, sobresalían las banderas de Irak y de las milicias respaldadas por Irán, cuyos combatientes han tenido una feroz lealtad a Solemani. Los seguidores cantaron consignas en contra de Estados Unidos y de su socio Israel: "Muerte a América, muerte a Israel", coreaban entre lágrimas.