El Presidente y el Papa dialogaron a solas durante 44 minutos en la Biblioteca de la Santa Sede.
"Santo Padre, qué gusto verlo", dijo el Presidente al iniciarse el encuentro, a lo que el Pontífice le respondió con un "bienvenido".
Al saludarlo en la Sala del Tronetto, contigua al lugar de la reunión, el Sumo Pontífice le había cedido el paso a Alberto Fernández y le había dicho "primero el monaguillo".
Antes del encuentro con el Papa, el Presidente participó de una misa "por la reconciliación" en la Basílica de San Pedro.
Alberto Fernández entregó a su compatriota una escultura del conocido como "Negro Manuel", el esclavo Manuel Costa de los Ríos y qué se dice fue el primero en encontrar la imagen de la Virgen de Luján según la tradición católica y que ha empezado su camino para la beatificación.
También entregó al pontífice dos libros sobre los cafés porteños, donde Jorge Bergoglio solía tomar café cuando era arzobispo de Buenos Aires, y un tejido elaborado en un telar artesanal por jóvenes de la asociación civil Granja Andar y un "calendario inclusivo" también de esta organización.
Por su parte, el papa entregó al presidente una escultura de bronce que representa una vid con uvas sobre la que se posa una paloma y con el grabado: "Sed mensajeros de paz".
Fue entonces cuando, el papa se dirigió al presidente y a Yáñez, y les dijo: "Sean mensajeros de paz. Esto es lo que quiero para ustedes, que sean mensajeros de paz".
Francisco regaló también algunos de los documentos escritos durante su pontificado y el último mensaje de paz y se detuvo en su exhortación apostólica escrita para el Sínodo de los jóvenes, Christus vivit, y leyó "La oración del buen humor" de San Tomás Moro.
Fernández pidió al papa que le dedique uno de los volúmenes, a lo que el papa accedió y le escribió un mensaje.
El Presidente presentó al papa a su delegación que estaba compuesta por el canciller Felipe Solá y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo, y con los secretarios de Culto, Guillermo Oliveri; de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; y de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
La jornada comenzó con una misa en la cripta de la tumba de san Pedro en la basílica vaticana para la delegación argentina oficiada por el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo en la que este pidió "éxito" para el nuevo Gobierno y grabó un encuentro que tuvo en 1973 con Juan Domingo Perón, según información de los presentes.