El 21 de febrero, Alberto Fernández participó de un acto en Campo de Mayo y, ante los soldados que partían a una misión de paz y a los oficiales de las fuerzas armadas, afirmó que "toda la Argentina debe dar vuelta una página, que nos distanció mucho tiempo por la inconducta de algunos".
Sus palabras, que se referían a los crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura militar, no cayeron bien en los organismos de Derechos Humanos y, por eso, el Presidente se disculpó y calificó como "un error" sus dichos.
"No quiero pasar por distraído ante la queja justa. Que un error mío no nos divida. Que nadie dude en qué lugar estoy parado", dijo Fernández y pidió que "nadie crea" que niega "el horror vivido".
"Como siempre debemos estar unidos para que el 'nunca más' que pregonamos sea 'nunca más' en la Argentina", escribió en Twitter.
"Hago esta aclaración ante el reproche que algunas víctimas de la dictadura me han hecho por lo que dije. Veo que no usé las palabras pertinentes. Disculpas por ello. Pero no quiero que nadie dude de mi compromiso en favor de la verdad y la justicia", expresó el Presidente.
Su discurso se había escuchado cuando, días atrás, despidió a un contingente militar que partía en una misión de paz hacia Chipre. "Hablé también de las inconductas de muchos oficiales que en el pasado fueron parte de ese perverso accionar. Esas inconductas fueron delitos atroces que determinaron horribles e imperdonables padecimientos a miles de personas", concluyó.
Una de las voces críticas que se escuchó fue la de Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. "Yo lamento y rechazo totalmente todas las expresiones del Presidente. No tenía ninguna necesidad de expresarse así, por obligación, por eso pienso que es un negacionista y lo lamento mucho", enfatizó.